martes, 31 de julio de 2012

BAJO EL CIELO DE ROMA

La película sobre San Jose de Calasanz (subtitulada)

lunes, 30 de julio de 2012

Para solidaridad, la Iglesia
10 preguntas con respuestas sobre la financiación y fiscalidad de la Iglesia
1.-¿El Estado financia a la Iglesia? Para su sostenimiento, la Iglesia no recibe nada de los Presupuestos Generales del Estado. Los contribuyentes eligen libre y voluntariamente, cada año, poner la X en la Declaración de la Renta. Esto supone, aproximadamente, un 25% del total de la financiación de la Iglesia. El artículo 16 de la Constitución Española de 1978 establece que los poderes públicos “mantendrán las consiguientes relaciones de cooperación con la Iglesia católica y las demás confesiones”. Por otra parte, el Acuerdo sobre Asuntos Económicos entre la Santa Sede y el Estado Español, de enero de 1979, establece que “el Estado se compromete a colaborar con la Iglesia Católica en la consecución de su adecuado sostenimiento económico, con respeto absoluto del principio de libertad religiosa” (art II.1). Cooperación y colaboración no es financiación directa, ni subvención.
2.-¿La Iglesia ahorra dinero al Estado? Es muy difícil conocer con exactitud la cantidad que la Iglesia le ahorra al Estado. Solo en el campo educativo, donde este cálculo es mucho más sencillo, podemos afirmar que, según datos del propio Ministerio de Educación, una plaza en un centro público tiene un coste anual de 3.500 euros. En un centro concertado, esa misma plaza cuesta al erario pública únicamente 1.841 euros.Únicamente por este concepto, y tomando como base los datos de gasto público del Ministerio de Educación en 2009, la Iglesia ahorra al Estado 4.399 millones de euros.
3.-¿El Patrimonio de la Iglesia es un tesoro económicamente rentable? La Iglesia es depositaria de un importante patrimonio cultural que a lo largo de los siglos han sido creados o recibidos por distintas instituciones de la Iglesia. Este patrimonio no se plantea como una riqueza en sí misma, ni supone un tesoro económico o fuente de negocio. Se ha planteado siempre como servicio a los demás, es un tesoro cultural para todos, pero en ningún caso un tesoro económicamente rentable. Más bien todo lo contrario.
4.-¿La Iglesia solo aporta un 2% del presupuesto de Cáritas? Se confunde aquí la aportación de la Iglesia con la donación de la Conferencia Episcopal Española. En realidad, cuando se habla de ese 2% se trata de un donativo que se viene realizando desde la CEE en los últimos cuatro años. La cantidad se ha ido incrementando anualmente hasta situarse en el 2,17% actual.
En 2011, se han donado 5 millones de euros. Y en estos cuatro años, se ha entregado un total de 13,8 millones de euros. Además, cuando se habla de esa “escasa” aportación del 2% se toma como base el presupuesto presentado por Cáritas Española y no se hace referencia alguna a las Cáritas diocesanas, una verdadera red que llega a todos por medio de las Cáritas parroquiales.

domingo, 29 de julio de 2012

DIOS A JUICIO

En la tradición judía es habitual discutir sobre Dios, un grupo de prisioneros judíos en Auschwitz deciden poner a Dios en tela de juicio. (Subtitulada)

sábado, 28 de julio de 2012

Odessa

pelicula de 1974. En Hamburgo, en noviembre de 1963, Peter Miller, un periodista independiente, encuentra el diario personal de Salomon Tauber, un judío que acaba de suicidarse dejando abierto el gas de su vivienda. En el relato se recoge todo el trauma de su cautiverio en un campo de concentración nazi durante la Segunda guerra mundial, y las atrocidades cometidas por el comandante de la planta, el capitán SS Eduard Roschmann, llamado El carnicero de Riga. Según el testimonio de Tauber, el militar aún vive en Alemania, bajo identidad falsa. Miller se propone descubrir y capturar al capitán Roschmann. Eventualmente se va involucrando en la organización constituida por ex miembros de las SS, llamada ODESSA, y también con los servicios de inteligencia de Israel. Profundizando en su investigación comienza a arriesgar su vida y a descubrir los lazos existentes entre su propia familia y Roschmann.

viernes, 27 de julio de 2012

el talmud, su historia







Por cuanto que la Mishná fue escrita utilizando un lenguaje corto y muy conciso, y sin explicaciones adicionales a la ley en sí, muchas veces era muy difícil entender las halajot que Rabí Iehudá Hanasí quiso introducir en ella. Y es por eso que se necesitó escribir un Talmud (estudio), es decir, un libro que devele y explique la profundidad de las palabras de la Mishná.

En el Talmud no sólo figuran distintas explicaciones sobre la Mishná, sino también otras enseñanzas que los Sabios posteriores a la época de Rabí Iehudá Hanasí (llamados Amoraim o Emoraim) fueron aprendiendo. En el Talmud también se encuentran muchas partes no legales, llamadas agadot, que encierran una gran enseñanza respecto del comportamiento ético o moral, así como también enseñanzas conceptuales.

En aquellos tiempos habían dos grandes centros de Torá en el mundo, uno en la tierra de Israel y el segundo en Babilonia, y de hecho, dos Talmudim fueron escritos:

El de Jerusalem: Este Talmud es conocido también con el nombre de Talmud de Occidente (porque la Tierra de Israel está al oeste de Babilonia) o Talmud de la Tierra de Israel. Rabí Iojanán el hijo de Rabí Itzjak Nafjá era uno de los jóvenes alumnos de Rabí Iehudá Hanasí y comenzó a escribirlo junto con su cuñado, Rabí Shimón Ben Lakish (Resh Lakish), aunque sólo cerca del año 395 se finalizó la obra.

El Talmud de Babilonia: Rav Ashí comenzó a escribir el Talmud Babilónico al final de sus días, y lo terminaron de escribir cerca del año 500, Mar Bar Rav Ashí, su hijo, y Rabiná, su alumno.

La forma de estudio que utiliza el Talmud es muy particular, y está basada en un sorprendente sistema de preguntas y respuestas que hasta hoy en día es reconocido por su asombrosa profundidad, y por la agudeza de pensamiento que crea en quien lo estudia.

Los Sabios del Talmud prácticamente no dejan nada sin preguntar. Cuando ellos consideraron que la Mishná que se estaba estudiando contradecía (o aparentaba contradecir) a otra, ellos intentaban entender la diferencia existente entre ellas. Además, muchas veces se utilizan otras fuentes de los Sabios: por ejemplo, la Toseftá (agregados a la Mishná) y la Baraitá (enseñanzas de los Tanaim que no fueron incluidas en la Mishná). Todas estas fuentes son utilizadas por los Amoraim para complementar las enseñanzas de la Mishná, o bien para contradecirlas, y llegar a una conclusión correcta en el estudio.

Así como la mayoría del Tanaj, la Mishná fue escrita en hebreo (fuente del idioma hebreo moderno), pero los Talmudim fueron escritos en arameo: el de Jerusalem en un idioma más puro y el de Babilonia en un idioma más popular.

Otras Fuentes

Pero en realidad Nuestros Sabios - de bendita memoria - no sólo nos han legado la Mishná y los dos Talmudim. La literatura Rabínica, llamada post-bíblica, incluye una inmensa cantidad de material en variadas áreas.

Los Midrashim son comentarios de Nuestros Sabios, sobre algunos libros de la Biblia, y también existen distintos Midrashim sobre temas independientes. Los Midrashim se pueden dividir en dos grandes grupos:

Midrashé Halajá: Son los que hablan principalmente sobre temas legales, por ejemplo: Mejiltá (sobre el libro de Éxodo), Sifrá (sobre Levítico) y Sifré (sobre Números y Deuteronomio).

Midrashé Agadá: Son los que hablan principalmente sobre temas éticos y morales, por ejemplo: Midrash Rabá (sobre los cinco libros de la Torá y las cinco Meguilot: Shir Hashirim, Rut, Ejá, Kohelet, Ester), Tanjumá (sobre la Torá), Shojer Tov (sobre los libros de Salmos, Samuel y Proverbios), Pesiktá, Tana Debé Eliahu, Pirké Derabí Eliézer, etc., entre muchos otros.

Además, se han escrito distintas obras que tratan sobre asuntos relacionados con la kabalá (mística), por ejemplo:

Séfer Ietzirá: Atribuido a Abraham Avinu (s. XVII a.e.c.).

Séfer Habahir: Atribuido al Taná Rabí Nejuniá Ben Hakaná (s. I).

Séfer Hazóhar: Atribuido al Taná Rabí Shimón Bar Iojai (s. II), y compilado por su discípulo Rabí Abá. En general, esta obra está escrita siguiendo el orden de la Torá, pero también contiene varios subtemas.


Los Saboraim y los Gueonim

Desde la época del Talmud Babilónico (s. V), hasta aproximadamente el siglo X, todos los grandes Sabios de la Torá, estaban concentrados en las distintas ciudades de Babilonia. Los Sabios que vivieron después de la época de los Amoraim fueron llamados Saboraim, y a ellos les sucedieron los Gueonim. Durante todo este período los Sabios de Israel fueron profundizando en el estudio del Talmud, y fueron escritas varias obras de gran importancia, entre ellas:

Séfer Hasheiltot: Uno de los primeros códigos de ley judía, basado en la Torá, escrito por Rab Ajái Gaón de Shabjá (680 - 752 aprox.). El autor fue uno de los líderes de la ieshivá de Pumpedita durante este período.

Halajot Guedolot: Una de las más tempranas codificaciones de las leyes del Talmud. La mayoría de las autoridades suponen que este trabajo anónimo fue escrito por Rabí Shimón Kaiará, un estudioso de Botzrá en Babilonia, alrededor del año 750.

Séfer Haemunot Vehadeot: Esta importante obra es, de hecho, el primer libro sobre ética, moral y filosofía judía. Fue escrito por Rabenu Saadiá Gaón (892 - 942), el jefe de la ieshivá de Sura y una de las figuras más grandes de la época de los Gueonim.

jueves, 26 de julio de 2012

miércoles, 25 de julio de 2012

EL ACEITE DE LA VIDA

Va hoy por Javi que es un valinte (9 horas aguantó su corazön en la mesa de operaciones) y también por toda la familia de Pablo y Cris... Y un aplauso al equipo de médicos y sanitarios que nos ha regalado el Buen Dios

Lorenzo Odone, hijo único de unos inmigrantes italianos que viven en los Estados Unidos, comienza a desarrollar a los tres años una grave enfermedad neurológica para la cual no existe ningún tratamiento conocido. En muy poco tiempo, el niño, que era absolutamente normal, queda postrado en la cama: no puede andar, ni ver ni hablar. Sus padres, sin embargo, no se rinden y luchan sin tregua hasta agotar todos los recursos a su alcance. A pesar de que ninguno de los dos es médico, empiezan a estudiar genética, biología, neurología... y buscan ayuda en todos los frentes médicos posibles.

martes, 24 de julio de 2012

lunes, 23 de julio de 2012

domingo, 22 de julio de 2012

El perro de flandes

Peli del 97 basada en un relato corto de Ouida —pseudónimo de la escritora inglesa Marie Louise de la Ramée (1839-1908)—, que ya fue llevado al cine en el 35 y el 59.
En un largoflash-back,la triste historia de Nelo, huérfano que malvive con su abuelo y su perro Patrash en un pueblecito de Bélgica hacia el año 1870. La ilusión del niño es poder desarrollar algún día sus dotes innatas como pintor, para imitar a su admirado Rubens, cuyos maravillosos cuadros presiden la catedral de la cercana Amberes. Le ayudará en su empeño su amiga Alois, la hija de un amargado terrateniente del pueblo, que no ve con buenos ojos esa amistad y se opondrá a ella con todas sus fuerzas.
... Influencias directas de Dickens y Andersen, así como de relatos infantiles (Heidi, de Johanna Spyri, o Marco de los Apeninos a los Andes de Edmondo de Amicis). Por su parte, Yoshio Kuroda con Hayao Miyazaki, de la escuela japonesa del dibujo de línea clara ofrece una puesta en escena fascinante, muy eficaz en su animación reducida, con unos fondos apabullantes, una bella paleta de colores y, sobre todo, una planificación sencillamente magistral. También es preciosa la partitura de Taro Iwashiro.
Todo para dar una gran emotividad a la historia, plagada de valores y con una visión muy atractiva de la religión católica y, en concreto, del trato con la Virgen; también se ve la vocación religiosa y el sentido cristiano del sufrimiento y de la muerte. En fin, una joyita que gustará, y mucho, también a los papás.

sábado, 21 de julio de 2012

El Valiente Corazon de Irena Sandler

... una trabajadora social que vivio los horrores de la segunda guerra mundial, joven, bonita y valiente. Salvo a mas de 1,000 niños judios arriesgando su propia vida. Fue capturada, torturada y ...

viernes, 20 de julio de 2012

jueves, 19 de julio de 2012

un testimonio interesante

el de Maria vallejo-Najera

miércoles, 18 de julio de 2012

sinuhe el egipcio

version cinematografica del nobel de literatura Mika Waltary... ¿hasta donde se puede llegar por amor? ¿cuantos amores distingues aqui? ¿os acordais de la pelicula tierras de penumbra?

martes, 17 de julio de 2012

1440 euros

mensaje interesante... desde el mundo de la publicidad

lunes, 16 de julio de 2012

EL NIÑO DE LA BICICLETA

Cyril, un niño de once años, se escapa del hogar de acogida, donde su padre lo dejó después de prometerle que volvería a buscarlo. Lo que Cyril se propone es encontrarlo. Después de llamar en vano a la puerta del apartamento donde vivían, para eludir la persecución del personal del hospicio, se refugia en un gabinete médico y se echa en brazos de una joven sentada en la sala de espera. Así es como, por pura casualidad, conoce a Samantha, una peluquera que le permite quedarse con ella los fines de semana.

domingo, 15 de julio de 2012

Los increibles

Del 2004... estupendísima, amazing que dicen ahora de los superhéroes.Pero también se puede ver los cristianos a los que nos quieren confinar y negar nuestro ser en la sociedad...

sábado, 14 de julio de 2012

A PROPOSITO DE HENRY

Un brillante y rico abogado es tiroteado durante un atraco a un supermercado. Su cerebro queda dañado y, además, sufre amnesia total: no recuerda nada de su vida anterior. A partir de ese momento, tendrá que aprender a hablar, a andar, a leer...

viernes, 13 de julio de 2012

los papas - 25

Sixto IV (9 agosto 1471 - 13 agosto 1484)
Personalidad y carrera eclesiástica.
Francisco della Rovere nació en Abisola, cerca de Savona, el 21 de julio de 1414. Hijo de Leonardo, pequeño comerciante, y de Luchina Monleone, descendiente de la vieja nobleza genovesa. Algunos escritores afirman que era de origen humilde y que fue adoptado por el rico genovés Paulo Riario, que después se uniría con los Della Rovere del Piamonte. A los nueve años entró en el convento de San Francisco de Savona, hizo los primeros estudios, y a los 15 años profesó en la orden franciscana. Des-pués de estudiar en Bolonia, Pavía y Padua, donde se doctoró en teología, enseñó esta disciplina y filosofía en Padua, Bolonia (donde conoció a Besarión, que se convertiría en su amigo y protector), Florencia, Perugia y Siena. La preparación y elocuencia que demostró en el capítulo general que la orden celebró en Genova el año 1434, le permitieron escalar los más altos cargos de gobierno en la orden: procurador general, ministro provincial de la Liguria, vicario general de Italia y en 1464 ministro general de la orden. Nombrado cardenal del título de San Pedro ad vincola el 18 de septiembre de 1467, renunció al generalato dos años después. A la muerte de Paulo II, después del cuarto día de cón- clave y gracias al apoyo del partido filomilanés, fue elegido papa por su formación teológica, su vida intachable y su capacidad de mediador. Tomó el nombre de Sixto IV y fue coronado el 25 de agosto. De acuerdo con la capitulación electoral, que preveía continuar la guerra contra los turcos, envió legados a los distintos reinos para organizar la cruzada, pero los príncipes cristianos, empeñados en luchas internas, no escucharon la llamada. La flota organizada con la ayuda de Nápoles y Venecia se limitó a conquistar Esmirna (1472), pero no consiguió frenar el empuje otomano.
Las relaciones con los príncipes católicos y el mecenazgo.
Sixto IV tuvo duros enfrentamientos con los reyes de Castilla y Aragón por el problema de las provisiones episcopales de sus reinos, máxime después de la condescendencia que en este punto habían mostrado los pontífices anteriores y los principios establecidos en la concordia de Segovia de 15 de enero de 1475 sobre el nombramiento de prelados. Después de largas negociaciones, se llegó al acuerdo de 3 de julio de 1482, por el que Roma admitió las provisiones propuestas por la reina Isabel (1474-1504). A juicio de Azcona (La elección y reforma del episcopado español en tiempo de los Reyes Católicos, Madrid, 1960), este acuerdo solucionó cuestiones de hecho pero dejó intacta la cuestión de derecho, pues la Santa Sede no concedió ningún derecho de presentación de obispados. Más éxito tuvieron los Reyes Católicos al obtener de Sixto IV la bula Exigit sincerae devotionis (1 noviembre 1478) que les autorizaba a nombrar inquisidores para vigilar la ortodoxia de los conversos. Con los Estados italianos trató de mantener una política de alianzas y equilibrios, pero los intereses enfrentados de los príncipes y la actuación intrigante de los nepotes del papa, Juliano della Rovere, Pedro Riario y, después de su muerte, de Jerónimo, hicieron inviable la alianza. El año 1475 se celebró el año jubilar y se restableció la alianza con Ferrante de Nápoles, pero las relaciones entre los Estados italianos empeoraron. Lorenzo de Médicis (1469-1492) pretendía conquistar la Umbría y Romagna, aliándose con Venecia y Milán, y Sixto IV, queriendo destruir a los Médicis y mal aconsejado por Jerónimo Riario y el arzobispo de Pisa, dio su asentimiento a la conspiración de algunas familias florentinas guiadas por los Pazzi contra los Médicis que gobernaban Florencia. Aunque el papa se había opuesto a cualquier derramamiento de sangre, el 28 de abril de 1478 Juliano de Médicis fue asesinado en la catedral durante la misa, pero su hermano Lorenzo escapó al atentado y se vengó de los conspiradores. Con el pretexto de la muerte del arzobispo de Pisa y la prisión del cardenal nepote Sansoni Riario, Sixto IV lanzó la excomunión contra Lorenzo de Médicis y el entredicho contra Florencia. El enfrentamiento con Florencia, a quien apoyó Luis XI de Francia (1461-1483), que amenazó con la convocatoria de un concilio, y la conquista de Otranto por los turcos (1480), obligaron al papa a firmar la paz con los Médicis y revocar todas las censuras. La figura y la obra de Sixto IV ha sido muy controvertida. Se observa una contradicción en su conducta, sencilla e intachable antes de la elección y después cínica y violenta, quizás por el influjo nefasto de los nepotes. García-Villoslada (Historia de la Iglesia católica, III, Madrid, 1960, pp. 393-410) afirma que una de las acusaciones más graves que se le hacen es por el desaforado nepotismo que practicó, cuyo objetivo no era sólo promocionar a su familia, sino transformar el Estado de la Iglesia en un principado, reforzando el poder del papa en un sentido monárquico para convertirse en un soberano absoluto. Roma se transformó en la capital del principado, donde el papa concentró el poder religioso, político y militar, gracias al control del ejército por personas fieles por vínculos familiares o institucionales. Sixto IV protegió las artes y las letras. La Biblioteca Vaticana vio incrementar considerablemente sus fondos, dotándola de sede y rentas, y abriéndola al público bajo la dirección de Bartolomeo Platina con la bula Ad decorem militantis Ecclesiae de 15 de junio de 1475. Hizo importantes obras en Roma, como se puede leer en multitud de inscripciones conmemorativas; restauró el puente Sixto y el hospital de Santo Espíritu, trazó y pavimentó varias calles, construyó y restauró muchas iglesias y, sobre todo, la capilla Sixtina, decorada, entre otros, por Boticcelli, Ghirlandaio, Pinturicchio, el Perugino y Signorelli, que dejaron hermosos frescos representando las figuras de los papas y escenas de la vida de Moisés y de Cristo. En el ámbito eclesiástico apoyó a los franciscanos y protegió a los mendicantes, intentó reformar a los conventuales, introdujo algunas modificaciones en la Rota, confirmó la orden de los mínimos fundada por san Francisco de Paula, potenció la devoción a la Virgen María y fue demasiado generoso en conceder indulgencias y privilegios. Murió el 13 de agosto de 1484 y fue sepultado en la capilla de la Concepción de la basílica de San Pedro.

Inocencio VIII (29 agosto 1484 - 25 julio 1492)
Personalidad y carrera eclesiástica.
Juan Bautista Cibo nació en Genova el año 1432. Hijo de Arano Cibo y de Teodorina de Mari, patricia genovesa, pasó su juventud en la corte de Nápoles, en cuya ciudad trabajaba su padre en la administración de la justicia. Antes de entrar en el estado eclesiástico tuvo dos hijos ilegítimos: Teodorina y Francescheto. Estudió en Padua y Roma, y ordenado sacerdote Paulo II le confirió el obispado de Savona en 1467 que, en 1472, cambió por el de Molfetta, cerca de Bari. Gracias a la amistad con el nepote del papa Juliano della Rovere, el futuro Julio II, hizo una rápida carrera en la curia. En 1473 Sixto IV le creó cardenal del título de Santa Sabina, que poco después cambió por el de Santa Cecilia. A la muerte de Sixto IV, mientras se reanudaban en Roma las luchas entre los Orsini, que apoyaban al cardenal Borja, y los Colonna que sostenían a Della Rovere, se reunió el cónclave, y el 29 de abril de 1484 eligió papa al cardenal Cibo, gracias a los manejos de Della Rovere. El nuevo papa tomó el nombre de Inocencio VIII. Era hombre de elevada estatura, dadivoso y de distinguido porte, indeciso y débil de carácter, pero tan afable que, al decir de Conti (Le storie de suoi tempi del 1474 al 1510, Roma, 1880), «nadie se iba descontento de él; acogía a todos con bondad y dulzura, y se mostraba amigo de nobles y plebeyos, de ricos y pobres». Fue dominado por el cardenal Della Rovere, que inspiró gran parte de sus actuaciones políticas.
La política pontificia.
Al igual que sus antecesores, quiso organizar una cruzada contra los turcos, pero las discordias entre los príncipes cristianos lo impidieron. Aprovechó los enfrentamientos entre los hijos de Mohamed II y llegó a un acuerdo con el sultán Bayaceto (1481-1512) para retener en prisión al príncipe Hixem, que se había entregado a los cristianos al no poder derrocar a su hermano, recibiendo como recompensa la lanza que se creía había traspasado el costado de Cristo y un tributo anual de 40.000 escudos. Con los reyes de Castilla y Aragón sólo tuvo un duro enfrentamiento por la provisión del obispado de Sevilla, que finalmente se sustanció a gusto de los monarcas. Después, los reyes consiguieron el privilegio de patronato y de presentación para todos los obispados y beneficios del reino de Granada (13 diciembre 1486), cuya conquista avanzaba con lentitud, pero con seguridad; de tal manera que cuando llegó a Roma la noticia de la caída de Granada, Inocencio VIII se dirigió procesionalmente a la iglesia de Santiago de la nación española, en plaza Navona, para decir una misa en acción de gracias y dar la bendición papal. Confirmó al rey de Portugal los derechos que le habían sido concedidos por sus antecesores sobre Guinea y la costa occidental africana. Reconoció a Enrique VII Tudor como rey de Inglaterra (1485-1509), después de la guerra de las Dos Rosas, y aprobó su matrimonio con Isabel de York, hija de Eduardo IV (1461-1483), de cuyo matrimonio nacería Enrique VIII (1509-1547). Más difíciles fueron sus relaciones con los príncipes italianos y, sobre todo, con Ferrante de Nápoles. El apoyo del papa a los barones napolitanos rebeldes contra el monarca desató la guerra, a la que se unió el rey de Hungría, por su parentesco con el monarca aragonés. El papa solicitó la ayuda francesa y se firmó la paz en septiembre de 1486, pero las relaciones no mejoraron y el papa excomulgó a Ferrante en 1489, ofreciendo el reino de Nápoles a Francia. En enero de 1492, ante la amenaza francesa, el rey se mostró más conciliador y se firmó la paz. Con el fin de romper su aislamiento y sanear las maltrechas finanzas pontificias, Inocencio VIII buscó la alianza de los Médicis. Casó a su hijo Francescheto con Magdalena, hija de Lorenzo de Médicis, con gran pompa en el Vaticano, y nombró cardenal al hijo del mismo, Juan, joven de trece años, ya abundantemente prebendado, y que más tarde sería papa León X. En el Estado de la Iglesia el papa trató de gobernar apoyándose en las oligarquías locales. La familia Della Rovere continuó manteniendo el control del gobierno de la Iglesia, como había hecho con Sixto IV. Después de duros enfrentamientos, también los Orsini y los Colonna llegaron a un acuerdo que restableció su dominio en las regiones cercanas a Roma a costa del poder papal. Entre tanto la relajación de la curia pontificia continuó. Para hacer frente a los dispendiosos gastos, se recurrió a la venta de los oficios curiales, a incrementar el número de cargos y a aumentar el precio de los existentes. En el campo religioso hay que recordar la bula Summis desiderantes affectihus (5 diciembre 1484), que concedía plenos poderes a la Inquisición para luchar contra la brujería y demás prácticas supersticiosas. El papa también condenó las novecientas tesis De omni re secibilii que Pico de la Mirándola (1463- 1494) extrajo de autores latinos, griegos, judíos y caldeos sobre lógica, moral, física y otras ciencias como contrarias al dogma. Aunque no fue un gran mecenas de las artes, restauró en Roma muchas iglesias y en el Vaticano construyó un grandioso palacio para los oficiales de la curia. Murió el 25 de julio de 1492 en Roma y su cuerpo fue sepultado en la basílica de San Pedro, en un sepulcro de bronce construido por su nepote cardenal Lorenzo Cibo.

Alejandro VI (10 agosto 1492 - 18 agosto 1503)
Personalidad y carrera eclesiástica.
Rodrigo de Borja nació en la localidad valenciana de Játiva (España) hacia el año 1431. Hijo de Jofre e Isabel de Borja, hermana de Calixto III, con el apoyo de su tío hizo una carrera rápida y briliante. Estudió en Bolonia y se doctoró en derecho canónico en 1456, siendo ya notario apostólico. El 20 de febrero de 1456 su tío le hizo cardenal del título de San Nicolás in carcere y en mayo le nombró vicecanciller de la curia romana, cargo que mantuvo hasta que fue elegido papa. Otros muchos beneficios y dignidades consiguió de su tío y de sus sucesores: obispo de Gerona (1457-58), Valencia (1458-92) y Cartagena (1482-92), los beneficios del obispado de Mallorca (1489-92), etc. Este conjunto de oficios, y sobre todo la Cancillería, le proporcionaron importantes ingresos, y junto con el cardenal francés d'Estouteville pasó por ser el cardenal más rico de su tiempo, lo que le permitió lleva i un estilo de vida de un príncipe del Renacimiento. Elegante en sus comportamientos, versado en el derecho y hábil en los negocios políticos y en la administración de la curia, fue víctima de una gran sensualidad y del excesivo amor por los hijos que tuvo de diferentes mujeres. En los años 1462-1471 nacieron Pedro Luis (nombrado por Fernando el Católico duque de Gandía), Jerónima e Isabel de madre desconocida. De Vannozza de Catanei tuvo los cuatro más célebres: César, Juan, Jofre y Lucrecia; siendo papa tuvo a Juan Borja, duque de Camerino, y a Rodrigo, de madre desconocida. Durante algunos años de su pontificado mantuvo relaciones con Julia Farnese, aunque no tuvieron hijos. Sin embargo, no se debe olvidar que sus contemporáneos daban escasa importancia a los comportamientos inmorales de los allos eclesiásticos y al hecho de que tuvieran hijos. Al inicio del cónclave que siguió a la muerte de Inocencio VIII, los dos cardenales más poderosos, Ascanio Sforza (hermano de Ludovico el Moro) y Juliano della Rovere (nepote de Inocencio VIII) contaban con el apoyo de Ludovico y Ferrante. Pero ninguno de ellos podía tener la mayoría de votos necesaria para alcanzar la tiara, y Ascanio patrocinó y promovió la candidatura de Rodrigo de Borja, que había dado pruebas de gran habilidad política, requisito esencial entonces, cuando Carlos VIII de Francia (1484-1498) se aprestaba a la conquista del reino de Nápoles, como heredero de los Anjou. Rodrigo de Borja fue elegido papa el 10 de agosto de 1492 y tomó el nombre de Alejandro VI. El 26 de agosto se celebró la coronación en San Pedro.
La política pontificia.
La actividad de Alejandro VI como papa se desarrolló en una triple dirección: su misión pontificia, la política italiana y los intereses familiares. Apenas elegido, declaró que su deseo era procurar la tranquilidad de Italia y la unión de los príncipes cristianos ante el avance turco, siguiendo el ejemplo de Calixto III. En el primer período de su pontificado, hasta 1498, procuró seguir esta línea, aunque quedó limitada al equilibrio italiano y al europeo. Tras la ruptura de Milán con Florencia y Nápoles, Alejandro VI negoció la formación de la liga de San Marcos (1493) con Venecia y Milán, a la que luego se unieron otros príncipes italianos y vino a reemplazar la ya quebrada liga itálica. La amistad con Milán se reforzó con el matrimonio de Lucrecia con Francisco Sforza, sobrino de Ludovico, y tendía a alejarle de su amistad con Carlos VIII, que pretendía la investidura del reino de Nápoles. Pero el papa no se la concedió cuando en agosto de 1493 el embajador extraordinario de Francia la solicitó en nombre de su rey. Para entonces, Alejandro VI ya había trabado lazos de amistad con los dos reyes de la casa real de Aragón, Ferrante de Nápoles y Fernando II de Aragón, que propuso al papa el matrimonio de Juan de Borja, duque de Gandía e hijo del papa, con María Enríquez, prima hermana del rey de Aragón, y comenzaron las negociaciones para la concesión de las bulas alejandrinas. Por lo que respecta a Nápoles, el papa casó a su hijo Jofre Borja con Sancha de Aragón el 7 de mayo de 1494, y al día siguiente el cardenal de Monreal, Juan de Borja, como legado a latere coronó a Alfonso II como rey de Nápoles (M. Batllori, Alejandro VI y la casa real de Aragón, Madrid, 1958). Esta toma de posición del papa no bastó para que Carlos VIII desistiese de la empresa contra Nápoles, a la que le incitaba el cardenal Della Rovere que había huido a Francia. Alejandro VI no tuvo más remedio que dejar paso libre a las tropas francesas por los Estados Pontificios y Carlos VIII entró en Roma el 31 de diciembre de 1494. El papa hizo algunas concesiones al rey francés, pero no le otorgó la investidura de Nápoles; salió de Roma y el 31 de marzo de 1495 organizó con el Imperio, España, Venecia y Milán, la Santa Liga contra Carlos VIII, que había ocupado Nápoles. Esta alianza y la oposición que Car- los encontró en aquel reino obligaron al francés a abandonar Italia. En los años siguientes el papa continuó la política de acercamiento a España y Nápoles, y tropas españolas conquistaron la fortaleza de Ostia que pertenecía al cardenal Della Rovere y había quedado en poder de los franceses (9 marzo 1497). En la noche del 14 al 15 de junio de 1497, el joven duque de Gandía y capitán general de la Iglesia, Juan Borja, fue misteriosamente asesinado y tirado al Tíber, y el papa acosado por el dolor, por la reflexión y por las invectivas de Savonarola (1452-1498) contra los desórdenes del pontificado romano, planeó una reforma de la Iglesia que de haberse puesto en práctica hubiera podido impedir peligros futuros a la Iglesia. Pero la bula de reforma no llegó a publicarse. En los años 1495-1498 tuvo que hacer frente al conflicto que provocó el dominico Savonarola, prior del convento de San Marcos de Florencia. Apoyado por la facción florentina contraria a los Médicis, pretendía instaurar un Estado teocrático, y en sus sermones designaba a Carlos VIII como el nuevo Ciro que venía a liberar Florencia, Roma y a toda Italia de la corrupción y tiranía de la curia romana. Alejandro VI le prohibió predicar, pero no hizo caso. El 13 de mayo de 1497 fue excomulgado, pero continuó predicando contra la curia romana. Alejandro VI pidió entonces a la Señoría que encarcelara a Savonarola y, una vez arrestado, fue juzgado por comisarios pontificios y condenado. El 23 de mayo de 1498 fue ejecutado por el poder civil (A. Huerga, Savonarola.
Reformador y profeta, Madrid, 1978).
Alejandro VI no quería jugar a una sola carta y, en 1498, cuando César Borja renunció al capelo cardenalicio y se secularizó, inició una política francófila. César marchó a Francia y contrajo matrimonio con Carlota Albret, hermana del rey de Navarra, y el papa declaró nulo el matrimonio de Luis XII (1498 1515) con Juana de Valois, para que se pudiera casar con Ana de Bretaña, que| incorporó aquel ducado a la corona francesa. Ante la alianza de Francia y Venecia contra Milán (1499), el papa conservó la neutralidad, pero favoreció apoyó decisivamente las empresas de César Borja para conquistar la Romagna y las Marcas, y le nombró duque de la Romagna. El 25 de junio de 1501 Alejandro VI aceptó el tratado de Granada del año anterior por el que Fernando el Católico y Luis XII se repartían el reino de Nápoles, y César Borja se puso al servicio del rey francés. Probablemente el papa creyó que ésta era la mejor solución para impedir la hegemonía de España o de Francia en Italia. Disgustó a Fernando e Isabel por recibir en Roma a muchos judíos expulsos, pero les favoreció con las bulas alejandrinas y con la concesión del título de reyes católicos. Se apoyó en Luis XII para engrandecer a su hijo César, pero con ello frenó también las ambiciones de España en Italia. La víctima de esta política oscilante fue el reino de Nápoles. A pesar de su actividad política no abandonó la idea de la cruzada que proyectó al inicio de su pontificado. En marzo de 1499 convocó a los embajadores de los príncipes cristianos para invitarles a la unión frente a los turcos, y en junio de 1500 publicó la bula de cruzada, enviando a todos los países legados y predicadores. Sólo España y Venecia respondieron a la llamada, pero en 1502 Venecia firmó la paz con los turcos y todo terminó. Gran importancia tuvieron las bulas alejandrinas que el papa concedió a los Reyes Católicos en 1493. Con las bulas ínter coetera o de donación, concedió a los Reyes Católicos «todas y cada una de las tierras descubiertas o por descubrir, que no se hallen sujetas al dominio actual de algunos señores cristianos», con la obligación de enviar misioneros que instruyeran a los nativos en la doctrina cristiana. Con el breve Eximiae devotionis sinceritas les otorgó los mismos privilegios que a los reyes de Portugal, y con la bula Dudum siquidem demarcó las tierras descubiertas y por descubrir entre Castilla y Portugal.
La actividad religiosa y el mecenazgo.
En el aspecto religioso no pueden tomarse en serio las acusaciones de herejía que le hicieron; al contrario, demostró un auténtico celo por la pureza de la fe, renovó la bula In coena Domini contra los herejes, promovió las reformas eclesiásticas en Europa y la propagación de la fe en América, y confirmó la orden de los mínimos fundada por san Francisco de Paula. La celebración del Año Santo de 1500 contribuyó a dar prestigio al pontificado y a hacer ver que la vida privada del papa no estaba reñida con una piedad sincera. En lo cultural extendió su mecenazgo a los juristas y a los humanistas: Lascaris, Aldo Manuzio, Brandolini, Pomponio Leto, etc. En su tiempo, el Pinturicchio decoró las estancias Borja del Vaticano y Miguel Ángel (1475-1564) esculpió la Piedad. Reconstruyó la Universidad de Roma (la Sapienza) y realizó obras notables en el castillo de Sant'Angelo y en la basílica de Santa María la Mayor, construyendo el magnífico artesonado, dorado con el primer oro llegado de América. Murió el 18 de agosto de 1503. Sepultado provisionalmente en Santa María delle Febri, junto al Vaticano, no llegó a tener el mausoleo que Paulo III (Alejandro Farnese) deseaba se le erigiese en Roma. En 1610 sus restos y los de su tío Calixto III fueron trasladados a Santa María de Montserrat, iglesia de la corona de Aragón en Roma, pero sólo en 1889 se les erigió una tumba en ella.

jueves, 12 de julio de 2012

EL REY DE LAS MASCARAS

A un viejo artista de la calle, maestro en el arte de cambiar de máscara, le es dada la oportunidad de practicar su arte en la opera de Pekín. Pero él rechaza la oferta, solamente quiere pasar sus conocimientos a un heredero masculino. Una noche le es vendido un niño, Pichón, por sus padres, hundidos en la pobreza.

miércoles, 11 de julio de 2012

martes, 10 de julio de 2012

capitanes intrepidos

un clasico de los buenos

lunes, 9 de julio de 2012

en el mundo a cada rato

una maravilla de pelicula que en mosaico dice
como viven los peques en distintas latitudes.

domingo, 8 de julio de 2012

DOCTRINA SOCIAL DE LA IGLESIA

EL MERCADO

EL ORDEN INTERNACIONAL

PANORAMA GENERAL. Nacimiento del movimiento obrero

sábado, 7 de julio de 2012

el viejo y el mar

version cinematografica del premio nobel al que le gustaban los sanfermines; primero -para que se vea que no somos originales- la version moderna de la historia...

viernes, 6 de julio de 2012

4 MINUTOS

A los que se confirmaron les dedico este tiempo para mostrar como la Iglesia difunde y defiende la fe.

Daniel Jenky, obispo de Peoria (Illinois, Estados Unidos), desgrana con una claridad y valentía extraordinarias la necesidad de heroísmo en los católicos de nuestro tiempo, y señala con nombres y apellidos a los enemigos de la Iglesia.

jueves, 5 de julio de 2012

el color de las flores - corto

si estamos atentos percibiremos que un colorf es un mundo

miércoles, 4 de julio de 2012

martes, 3 de julio de 2012

valentia y justicia

David y Goliat



El robot de chapi


lunes, 2 de julio de 2012

Hermosa sin extravagancias


A María Teresa de Austria
Juan Pablo I, cuando aún no era Papa... Julio 1971

¡Majestad real e imperial!
Os conozco solamente por los libros. Soberana típica del "siglo de las luces", también vos fuisteis un tanto paternalista en vuestro gobierno. Os llamabais "madre" de todas vuestras tierras; pero, al parecer, lo que realmente os preocupó fue que vuestras gentes fueran súbditos obedientes de la emperatriz.
No hay que extrañarse; ni siquiera a una reina puede pedirse que se anticipe proféticamente a los tiempos. De todos modos, en el lote de soberanos de la época, representáis quizá el papel más airoso: ¡directora de la orquesta nacional, sin la pretensión de tocar todos los instrumentos!
Mejor aún si os la habéis arreglado como esposa y como madre. Esposo amado en vida y sinceramente llorado tras la muerte (aun sabiendo que os había traicionado con otras favoritas). "Casa de cristal" en la que los súbditos podían observar las costumbres intachables de su soberana. Dieciséis hijos, entre los cuales el famoso José II, llamado por vuestro vecino rey de Prusia "Rey sacristán", y la desdichada María Antonieta, primero princesa, después reina de Francia.
Es a esta última a quien, con sensibilidad de mujer y de madre, escribisteis cartas, que todavía hoy se conservan, sobre el modo de vestir.
En París se susurra que la princesa no se cuida de la elegancia. Os enteráis en Viena e inmediatamente tomáis la pluma, amonestándola: "Me dicen que os vestís mal y que vuestras damas no se atreven a decíroslo".
Ya reina, María Antonieta se excede en el sentido contrario, y os manda un retrato suyo en el que lleva en la cabeza un monumental catafalco hecho de frutas, flores, plumas y sus buenos diez metros de tela. Y vos, a escribirle de nuevo: "No creo que deba vestir así la soberana de una gran nación. Hay que seguir la moda, pero sin exagerar. ¡Una garbosa reina no tiene necesidad de todas estas extravagancias sobre la cabeza!"
He aquí una sabia máxima: la hermosura de la mujer resalta sin necesidad de tantas extravagancias.

***

Majestad, ¿lo creeríais? Hay un colega mío, obispo, que parece todavía más comprensivo que vos. San Francisco de Sales está en verdad lleno de sonriente indulgencia para las insuperables pequeñas debilidades humanas, que impulsan especialmente a las mujeres a buscar y cambiar ornatos, tocados y vestidos; se muestra tolerante, en particular con la elegancia graciosa de las jóvenes. "Estas - escribe - sienten como algo innato la necesidad de agradar a los demás". Y continúa: "Les es lícito el deseo de agradar a muchos, con tal de que lo hagan con el único propósito de conquistar a uno por medio del matrimonio".
Como obispo le tocó moderar el celo de la baronesa de Chantal, que montó una vigilancia demasiado austera en torno al vestido de las hijas, y le escribe: "¿Qué quiere? Es preciso que las muchachas sean también un poco bonitas". Pero cuando se tercia sabe reprimir con dulzura las pequeñas (¡entonces eran pequeñas!) audacias de las jóvenes de su parentela: un día que Francisca de Rabutin se le presentó un poco demasiado escotada, él le ofreció sonriendo ¡unos imperdibles!
La misma moderación respecto de la moda de los hombres y de las señoras. La señora Charmoisy tiene un hijo joven que se siente a disgusto porque todos sus amigos "sont beaucoup mieux que lui", es decir, se visten mucho mejor que él. Esto no está bien, escribe el santo, porque, "cuando se vive en el mundo, hay que seguir las leyes del mundo en todo lo que no es pecado". La señora Le Blanc de Mions tiene, por le contrario, un escrúpulo: ¿podrá ella, siendo tan devota, empolvarse los cabellos según la moda? "¡Por Dios, responde Francisco, que se empolve hardiment (audazmente) la cabeza: también los faisanes se limpian las plumas!".
Francisco de Sales quería, al escribir así, dar consejos cristianamente sensatos, dejando a la vida devota todas sus rosas sin quitarle ninguna espina. Pero se fue tomado a mal, majestad. El gran Bossuet escribió de él que de esa manera no hacía más que "colocar almohadones bajo los codos de los pecadores". Un religioso incluso predicó desde el púlpito contra la Introducción a la vida devota, libro en el que el santo había desarrollado los conceptos que acabamos de citar; al final del sermón se hizo traer con gran solemnidad una candela encendida, sacó de la manga el libro y le prendió fuego, dispersando las cenizas a los cuatro vientos.

***

Majestad, quede bien claro que yo no comparto la opinión de aquel religioso. Estoy con vos y con Francisco de Sales en la postura moderada y justa de quien comprende y alienta todo lo que es sanamente bello, aun en la moda.
Pero también estoy con vos al condenar las excentricidades. ¡Y vaya si hay excentricidades en nuestros días en el vestido y en lo que está relacionado con él: gastos, modo de comportarse, diversiones. Y no hablo ya de la playa y del modo en que algunos la frecuentan.
Vuestra María Antonieta llevaba en la cabeza diez metros de tela, mientras que otros metros se repartían entre el vestido y la cola. Ahora sucede todo lo contrario: hay mujeres que apenas se cubren y andan así por doquiera, pretendiendo entrar de esa guisa incluso en las iglesias.
En vuestra corte, Pedro Metastasio, que se movía entre caballeros con peluca y damas empolvadas, compuso algunos melodramas. En uno de ellos escribió:

Es la fe de los amantes
como el ave fénix:
que existe, lo dicen todos,
dónde está, nadie lo sabe.


Es lo máximo que haya osado decir sentimentalmente hablando. Ahora se atreven a todo; en el vestir, en el cantar, en el escribir, en la fotografía, en el modo de comportarse.
En vuestros tiempos decía la Margarita del Campiello de Goldoni: "Mia mare la ne menava a l’opera, se no, a la comedia, e la comprava la so bona chiave de palco, e la spendeva i so boni bezzetti. La procurava de andar dove la saveva che se fava de le comedie bone, da poderghe menar de le fie, e la vegniva con nu, e se divertivimo. Andévimo qualche volta al Ridotto: un pochetin sul Liston, un pochetin in Piazzetta da le stroleghe, dai buratini, e un par de volte ai casoti. Co stévimo po in casa, ghe avévimo sempre la nostra conversazion. Vegniva i parenti, vegniva i amizi, anca qualche zóvene: ma non ghe giera pericolo". (Mi madre me llevaba a la ópera, o si no, a la comedia, y adquiría un palco cerrado, y en ello gastaba su buen dinero. Ella procuraba ir a donde sabía que se representaban comedias buenas, de las que se podía fiar, y venía con nosotras, y nos divertíamos. Íbamos a veces de paseo: un poco por el Listón, un poco por la plaza de los astrólogos, de los títeres, y un par de veces a los tenderetes. Cuando nos quedábamos en casa, teníamos allí siempre nuestra tertulia. Venían los parientes, los amigos y algún que otro joven: pero allí nunca había peligro".)
¿Ahora? Alguna hijita de buena familia se ausenta días enteros. ¿Adónde van? Con "su" chico, solas en el coche, solas en el hotel con él, por los caminos del mundo.
A veces sucede esto: se recibe una invitación para un baile y en la tarjeta viene con la sigla Sam (sin acompañantes molestos, es decir, ¡sin los padres!).
Sucede a veces de leer en los diarios que los empleados de ciertas empresas bajan notablemente el ritmo y la calidad de la producción porque se entregan a prolongadas "meditaciones" sobre el tamaño liliputiense de las faldas o de la ropa interior de sus compañeras de trabajo. O leemos también que tal gobierno, para impedir el aumento de accidentes de tránsito, avisa con carteles a los conductores para que no se dejen distraer por las chicas en minifalda que ven a través del espejo retrovisor o de la ventanilla.
Majestad, vos habéis escrito la palabra justa: la mujer no necesita mucho para agradar a otros. Se trata solamente de saber a qué personas se quiere agradar y con qué fin. ¿Agradar a todos? No tiene nada de malo; lo malo puede estar en querer agradar en determinada forma. Creo, sin embargo, que una mujer debe tratar de agradar, ante todo, al marido, al hombre que elegirá como esposa y será el padre de sus hijos.
Ahora bien, todos estos desean que la mujer sea elegante y bella, pero en un marco de modestia que la haga más bella aún y moralmente atractiva.

* * *

Majestad, perdonad que me haya sincerado y desahogado con vos, que aprobáis estas ideas. No es, ciertamente, que falten hoy mujeres que las aprecien. Pero hay algunas que las consideran anticuadas y obsoletas. Vos sabéis, por el contrario, que son irrenunciables y siempre frescas, porque reflejan el pensamiento de Dios, que hizo escribir a San Pablo: "Las mujeres vístanse con decoro, adornadas con modestia y pudor".

* MARIA TERESA DE HABSBURGO, (1717-1780), emperatriz de Austria desde 1740. Soberana "ilustrada", gobernó en forma paternalista. Fue madre y esposa ejemplar. Escribió a su hija María Antonieta, reina de Francia, con sensibilidad de mujer y de madre, algunas cartas, que todavía hoy conservamos, sobre el modo de vestir.

domingo, 1 de julio de 2012

Xacobeo

COTOLAY EL NIÑO Y EL LOBO: A principios del siglo XIII, los caminos que conducen a Santiago se ven poblados de peregrinos de las más heterogéneas condiciones. Príncipes de lejanos países, nobles, humildes campesinos y artesanos deseosos de ganar el Jubileo. Entre ellos, tres frailes oran ante la tumba del Apóstol y reciben de Dios su primera revelación: la Orden Franciscana, pequeña y humilde, ha de fundar el primer convento en estas tierras. Para realizar la difícil tarea contarán con la ayuda de un chico llamado Cotolay